miércoles, 10 de diciembre de 2014

Crítica a la "Crítica de la teoría de la explotación: Karl Marx" de Bohm-Bawerk




En el siguiente texto nos proponemos elaborar una crítica a "la crítica de la teoría de la explotación: Karl Marx" de Bohm-Bawerk a partir de los mismos puntos que dicho autor manifiesta. En este sentido, podríamos decir que el texto viene a ser una crítica a la crítica de la "crítica de la economía política", 130 años después de la segunda crítica (la de Bohm-Bawerk a El Capital de Marx). Este trabajo es un punto de partida para trabajar nuestra interpretación de la teoría del valor trabajo en Marx, expresada y defendida en sus tres tomos del capital y el resto de sus obras de economía política, tanto publicadas como no publicadas en la vida del autor. 

Introducción

Dos clásicos se enfrentan. Dos clásicos desde los cuales emergen largas tradiciones teóricas (y políticas) que tienen plena vigencia hasta hoy en día. Bohm-Bawerk[1] y Marx[2]. La verdad es que el tratamiento del primero no es más que una excusa para presentar al segundo, y así, superar desde un principio las críticas más fáciles, y por ende poco rigurosas, que se le hacen al pensamiento de Marx.  De antemano, se avisa que la presentación del segundo no es más ni menos que la lectura que hacemos de su obra quienes escribimos este texto, cuando ha sido necesario se ha escapado de lo que algunos denominan los "dogmas" de Marx, que para nosotros no es más que el ser su pensamiento  hijo de su época.

A modo de resumen introductorio ilustraremos el pensamiento de Marx en un párrafo y luego la crítica de Bohm-Bawerk en otro. Esto por razones de dejar planteado de antemano un lenguaje básico para poder entender el texto. Si usted ya conoce a grandes rasgos estas dos teorías, por favor salte estos dos párrafos y comience con la crítica. 

Marx devela el "secreto mejor guardado" del modo de producción capitalista: todo la riqueza de la sociedad, se presente esta como mercancía, capital, dinero, ganancia, renta, interese, etc. es en verdad fruto del trabajo humano, tiene un valor objetivado. De lo que se desprende, siguiendo toda su argumentación, es que si existe desigualdad económica es porque el trabajo de la mayoría es robado por una minoría. En otras palabras, los trabajadores son explotados, se les extrae plusvalía a través del mismo proceso de producción, realizándose/completándose éste hecho en la esfera de la circulación mercantil: "la riqueza de unos es la pobreza de otros". El secreto es el intercambio desigual que permite la emergencia de un poder social, el capital, que le es extraño al trabajador, le es hostil. Pero este poder fetichizado, que parece independiente, no es más que el fruto del trabajo que le es imposible de controlar a quienes crean toda la riqueza que nos rodea. Al trabajador no se le recompensa todo lo que crea, solo se le paga un salario que varía entre la subsistencia mínima de éste (a veces por debajo de éste valor) y un máximo que no puede superar las ganancias del capitalista, lo que haría a su empresa no sea beneficiosa. 

Bohm-Bawerk es reconocido por introducir el factor tiempo en sus análisis y por desarrollar una teoría del interés criticando la teoría de la explotación de Marx (Valle, s/r). Bohm-Bawerk ve al capital como un factor indispensable en la producción (...) Entiende a la producción como aquel proceso en el que se transforma la materia con el fin de crear objetos capaces de brindar satisfacción (Arteaga, 2012). Su teoría del interés tiene la premisa de que "la disposición de los bienes presentes se valora más que la disposición de los mismos bienes en un futuro. El interés no es más que la expresión en términos de precios de dicha diferencia de valoración" (Arteaga, 2012). La ganancia capitalista, entonces, no proviene de ninguna explotación o fallas de mercado, es la recompensa justa del dueño del capital por sacrificar la utilidad inmediata de sus bienes destinándolos como capital a la producción, obteniendo beneficios en un futuro. 

En resumidas cuentas, la crítica que hace Bohm-Bawerk (B-B) es que: 

1) Existe una contradicción entre el tomo I y III de El Capital: en un principio Marx analizaría y diría que el valor de las mercancías es igual al precio de éstas y en el tercero diría lo contrario, por lo que hay una contradicción en su obra que solo es resuelta mediante "sutilezas" metafísicas. 

2) Pese a esto, la crítica se enfoca solamente en el tomo I, y crítica al III es solo por la contradicción que existe entre éste y el I. Esto quiere decir que toda la crítica de B-B tiene como supuesto el que los valores de las mercancías (el trabajo objetivado en ellas) se corresponden con el de sus precios de mercado. A partir de este supuesto B-B construye cinco grupos de tipos de bienes que falsean empíricamente la igualdad entre trabajo objetivado y precio. 

3) Otro supuesto es que Marx reduce las mercancías (bienes económicos, o sea, intercambiables) a los objetos que solo son producto del trabajo humano, dejando de lado a una gran cantidad de bienes intercambiables, por ejemplo "dones de la naturaleza", que no son producto del trabajo humano. 

4) Ya que las mercancías cuestan lo que vale su producción, el trabajo humano, según diría Marx, vale lo que cuesta su reproducción, ni más ni menos. El salario sería rígido. 

5) Marx basaría su concepción del intercambio en la igualdad entre valores. 

6) Llega un momento, al final, en que relaciona el tomo I con el III. Y dice que si los valores no se corresponden a los precios, los marxistas lo justifican diciendo que si tomáramos todos los valores y todos los precios a nivel nacional estos se corresponderían. Para B-B este argumento no es más que una manera de mantener en pie un dogma: la teoría del valor trabajo. 

Si aceptamos todos estos supuestos rígidos, como si Marx los hubiese planteado, efectivamente Bohm-Bawerk tiene razón y no habría ni que profundizar en su crítica. Todos los puntos de Marx estarían más que falseados. A continuación elaboraremos la defensa de Marx y demostraremos que no es tan simple decir que Marx estaba equivocado o era contradictorio. 

La crítica a la crítica de la crítica

Bohm-Bawerk parte de un supuesto/decisión que hace que su crítica se enfoque casi exclusivamente en el primer tomo de El Capital, sin intentar articularla con el tomo segundo y tercero: "el contenido del tercer tomo de El Capital se halla en contradicción con el primero, y viceversa" (Bohm-Bawerk, 1976: 146). Sostiene que esta crítica "focalizada" esta autorizada debido a que Marx en el tomo tercero sigue sosteniendo las ideas del tomo primero, por lo que considera legítimo enfocarse en la crítica de éste último ya que los planteamientos de éste serían la "expresión de los verdaderos y persistentes puntos de vista de marx (1976: 147). 

Teniendo como premisa lo anterior, Bohm-Bawerk trabaja con el supuesto de que los valores de las mercancías corresponden a sus precios de mercado. Antes de desarrollar este punto someteremos a juicio la definición que el autor hace de mercancía. 

Marx parte su obra con la conocida frase de que su análisis comenzará por la mercancía, ya que "la riqueza de las sociedades en que impera el modo de producción capitalista aparece como una enorme colección de mercancías" (Marx, 2011: 49). Punto de partida legítimo, aunque no exclusivo, pero que incluso hoy, siglo XXI, tiene vigencia. ¿Que hay a nuestro alrededor en estos momentos? La verdad es que mientras escribimos solo nos rodean mercancías: un computador, una impresora, un cuadro, una amplia colección de libros, un cúmulo de sillas, una cama, etc. ¿Y que es un mercancía? Aquí comienza la discusión.

El señor Bohm-Bawerk sostiene que Marx define a la mercancía como el producto del trabajo humano (148). Pues nosotros partimos de un contrario, la mercancía para Marx es el bien o servicio económico, es lo tranzado en el mercado. Efectivamente leyendo el tomo I de "El Capital" puede sostenerse lo que escribe Bohm-Bawerk, pero criticar este punto y enfrascarse con un texto escrito en 1867 parece un error. Marx evade muchos problemas en los primeros capítulos de su obra, pero esto no quiere decir que no tenga soluciones o que entre en grandes contradicciones. Esto solo tiene que ver con que hasta 1883 Marx escribió y rescribió constantemente aportes a su teoría, siendo el tomo III del capital una obra inconclusa en donde reafirma la teoría del valor pero a partir de como el valor "aparece". Bohm-Bawerk se enfrasca en quedarse con el tomo I del capital como una teoría construida por Marx de una vez para siempre imposible de conciliar con el tomo III.

Volviendo al punto anterior B-B construye su crítica desde el supuesto de que Marx entiende al valor como un equivalente del precio. Es decir, habría una línea recta desde trabajo objetivado-valor objetivado-precio expresado por la mercancía, en donde estos tres elementos se corresponderían por tener el mismo "número" si se pasa todo a la misma "medida". 

B-B dice que "quien  busque una fundamentación real de aquella tesis (el fundamento del valor es el trabajo) se abren por sí mismos dos caminos", parafraseando a Bakunin podríamos decir que dos de estos son imaginarios y uno de éstos es real para Marx. Para B-B todo lo contrario. Pasemos a analizar los dos reales de B-B.

(1) "Cabe examinar las relaciones de cambio de las mercancías tal como nos las ofrece la experiencia para ver si en ellas se refleja una armonía empírica entre la magnitud del valor de cambio y el gasto de trabajo"

(2) "Cabe también analizar los motivos psicológicos que inducen a las gentes, de una parte, en sus operaciones de cambio y en la fijación de sus precios, y, de otra parte en su cooperación a los actos de producción, para ver si de la naturaleza de estos motivos pueden sacarse conclusiones sobre el modo típico de proceder de los hombres, llegando así, posiblemente, a establecer una relación entre los precios normalmente exigidos y abanados y la cantidad de trabajo necesaria para la producción de mercancías"[3]

"Marx no abraza ninguno de estos dos métodos naturales de investigación". Marx sigue un tercer camino, una "prueba puramente lógica" (170) para B-B., Marx sigue un método torcido y absurdo" (185). En el punto 6 mostraremos y legitimaremos este absurdo marxista.

Deteniéndose en (1), la prueba empírica, B-B construye cinco grupos de tipos de bienes que falsean empíricamente la igualdad entre trabajo objetivado y precio: “La experiencia demuestra que el valor de cambio solo tratándose de una clase de bienes, y con respecto a éstos sólo de un modo provisional, guarda relación con la cantidad de trabajo que cuesta producirlos” (186-187):

a)      “Todos los bienes raros que, por un obstáculo jurídico o de hecho, no pueden reproducirse o, al menos, no pueden reproducirse en cantidades ilimitadas”.
Esta “excepción” no es tal. Estos bienes “raros” son mercancías, pero no se reducen a simples productos del trabajo.

b)      “Bienes que son fruto del trabajo cualificado. Marx recurre al expediente de presentar el trabajo cualificado como un múltiplo del trabajo corriente”.
Este es un tema poco trabajado por Marx. Y aún hoy en día está a la deriva. En otra ocasión nos detendremos en éste punto, pues merece ser desarrollado.

c)       “Bienes por los que se percibe una remuneración anormalmente baja”.
Esto es fruto de la transferencia de valor.

d)      Bienes que por virtud de la oferta y la demanda, su valor de cambio se desplaza muchas veces por encima o por debajo de aquel nivel que correspondería a la cantidad de trabajo materializado en los bienes.
Precio y valor “empíricamente” no se condicen, eso ya está en Marx. 

e)      De dos bienes cuya producción cuesta exactamente la misma cantidad de trabajo social medio alcanza un valor de cambio mayor aquel que requiere, para ser producido, un anticipo mayor de trabajo anterior.
Esta idea es defendida por Marx en las primeras páginas del capital. Por supuesto que las mercancías que requieran mayor capital constante (trabajo objetivado) que otras para ser producidas tendrán un mayor precio final (remitiéndonos solo al primer tomo). El trabajo objetivado sumado a la mercancía no es solo el que se presenta como capital variable (el obrero), sino que también el constante (trabajo muerto, pasado, objetivado, pero igualmente trabajo).

En resumen, B-B señala que "hay una parte muy considerable de bienes para los que no rige la pretendida ley de que el valor de los bienes depende de la cantidad de trabajo materializado en ellos: para los demás no rige tampoco ni de un modo exacto" (193). Empíricamente B-B rompe con el dogma precio = valor, pero para Marx esto no es más que un supuesto “metodológico” para el primer tomo de “El Capital”. La teoría económica política de Marx es mucho más compleja que la línea comentada de trabajo-valor-precio: es sujeto-trabajo vivo-dinero-capital variable (+ capital constante)-valor del producto-valor de mercado-precio de costo-precio de producción-precio final – ganancia final (+ dinero que se vuelve a invertir). (Ver esquema 1). Y en toda esta línea el valor no es el mismo (ni en medida ni en cantidad): hay creación y transferencias de valor. En el punto 6) se verá esto con mayor detalle. 

Esquema 1
Fuente: Dussel (2011: Tesis 6).

El siguiente punto no tiene implicancias para el conjunto de la argumentación de Bohm-Bawerk, pero si tiene implicancias en la de Marx. Y es que según el primero "el valor de la mercancía fuerza de trabajo se rige, como el de cualquier otra, por el tiempo de trabajo necesario para su reproducción" (1976: 155), por lo que esta tendría para Marx un valor fijo y único. Lo cual es completamente falso. Para Marx hay un límite objetivo “hacia abajo” para el salario del obrero, y es el coste de su propia reproducción y de su prole[4]. “Hacia arriba” este límite se da cuando ya no es posible extraerle plusvalía al obrero debido a su alto salario, el cual no posibilita la ganancia capitalista. Claramente este es un límite teórica, es prácticamente imposible que se de esta situación, pues si esto sucediera el capitalismo no tendría razón de existir. 

Los salarios de los obreros, entonces, para Marx pueden ser flexibles, y de ninguna manera ser todos iguales en una economía e incluso no tienen por qué ser iguales si se hace el mismo trabajo[5]. Depende de muchos factores el valor del salario en una economía. 

Al contrario de lo que sostiene Bohm-Bawerk (1976), Marx no presupone que el intercambio sea el ámbito de la igualdad. Marx, más bien sostiene que la acumulación y la reproducción de capital se dan debido a la existencia de un intercambio desigual "estructural" y de distintas composiciones de capital/propiedad.

 Según B-B, Marx "se representa el cambio de dos mercancías bajo el signo de la igualdad (...) En las dos cosas cambiadas y, por tanto, equiparadas, tiene que existir necesariamente "un algo común de la misma magnitud" (171). El "secreto" del modo de producción capitalista, para Marx, se basa precisamente en la tesis contraria a la que le amputa B-B. La acumulación de capital se da por el "intercambio desigual": al trabajador le pagan un salario que vale menos de lo que produjo durante su jornada laboral. 

Conclusiones

Como último punto, y articulador de nuestras conclusiones, debatiremos la posición de Bohm-Bawerk que sostiene que si los valores no se corresponden a los precios, los marxistas lo justifican diciendo la suma total de los precios y valores a nivel nacional se corresponden[6]. Para el austriaco este argumento no es más que una manera de mantener en pie un dogma: la teoría del valor trabajo. A continuación demostraremos que éste "dogma" es precisamente el que hace que la teoría marxista sirva a "los de abajo" y no justifique, como lo hace Bohm-Bawerk, las ganancias de las empresas privadas. 

La teoría marxista del valor es precisamente lo que da un sustrato normativo a la teoría marxista. Es lo que la hace ser ética: parte del ser humano en comunidad, con necesidades materiales inmediatas y constructor de su mundo material a partir de su trabajo. La teoría del valor, al explicar la explotación[7], le da sentido teórico a la revolución social. 

¿Cómo se reparte el excedente social en una sociedad burguesa? Esa es la pregunta central que parte de un observable histórico: La desigualdad de condiciones materiales. ¿Cómo explicamos esa desigualdad? ¿La legitimamos o la criticamos? Por supuesto que esta es una pregunta que desde un principio hace arder a muchos: Los que tienen mucho querrán legitimar sus ganancias, y los que tienen poco (es de esperar), deslegitimar la riqueza de los otros. En las sociedades modernas actuales es esta desigualdad la base de todo. Atacar esta desigualdad es atacar su fundamento, y por ende, querer derribarla construyendo una mejor. ¿Cómo no le molestaría esta pregunta destructiva a quienes se benefician de las actuales condiciones sociales?
 
 Las respuestas a la desigualdad son dos (las que nos interesan para el presente ensayo):

(1) Bohm-Bawerk: hay un grupo de capitalistas que con esfuerzo y sacrificio (posponiendo las utilidades inmediatas) ha hecho una fortuna que debiese estar legitimada. Sus ganancias se deben al interés por su sacrificio.

(2) Marx: hay un grupo de capitalistas que explota a otro grupo de trabajadores, desposeídos de capital. La riqueza de estos capitalistas es la pobreza de estos trabajadores a los cuales no se les retribuye todo su trabajo realizado. De ese trabajo impago emergen las ganancias de los capitalistas. Marx explicará esta explotación con la teoría del valor-trabajo, el marxismo analítico, por ejemplo, con la teoría de las explotaciones múltiples. 

Pensamos que ninguna de estas dos respuestas puede ser probada empíricamente. La posición que se adopte depende de una posición política. ¿Cómo demostrar que el excedente que se apropia una minoría es causa de la pobreza de una mayoría? Hay que buscar respuestas a esta interrogante. La teoría del valor trabajo da una respuesta, pero aun así se sustenta sobre bases indemostrables empíricamente. ¿Qué hacer?
La teoría del valor trabajo necesariamente remite a la totalidad de la sociedad burguesa. En cada región del mundo que se trabaje y se intercambie de forma capitalista habrá creación de valor y transferencias de valor. Solo conociendo esa totalidad, a partir de algún dispositivo técnico-científico-teórico sería posible demostrar que finalmente se corresponden los valores con los precios. Por ahora, en las actuales condiciones tecnológicas esto es imposible.

Diciembre, 2014


Bibliografía

Arteaga, F. (2012). ¿Quien es Eugen Bohm-Bawerk? Paradigmas. Revista de Investigación .
Bohm-Bawerk, E. v. (1976). La teoría de la explotación. s/f: Editorial Mirasierra.
Dussel, E. (s/f). 16 tesis de economía política.
Marx, K. (2011). El Capital. Crítica de la economía política. Tomo I. Libro 1. Proceso de producción del capital. Santiago: LOM.
Marx, K. (2010). El Capital. Crítica de la economía política. Tomo III. Libro 3. El proceso de la producción capitalista en su conjunto. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Valle, M. F. (s/r). Bohm Bawerk y su teoría del capital. Instituto ecuatoriano de economía política .




[1] Eugen von Bohm-Bawerk (1851-1914). Economista y político austriaco, fundador de la denominada "escuela neoclásica". Autor de la obra "Capital e interés" (1884), obra en la cual se encuentra el apartado "La teoría de la explotación", cuyo capítulo "Crítica de la teoría de la explotación: Karl Marx" es criticado en este trabajo.
[2] Karl Marx (1818-1883). Científico social y político alemán, uno de los fundadores de la Primera Internacional de Trabajadores (1864-1876) y escritor de la obra "El Capital. Crítica de la economía política" (1867).  
[3] Está bien que Marx en el tercer tomo reconozca los efectos de la oferta y la demanda en la determinación del precio, pero eso no significa para Marx que éstos sean motivos psicológicos, de hecho son fenómenos sociales.
[4] Perfectamente el salario puede ser más bajo si hay sobrepoblación obrera y/o si el conflicto de clases esta poco regulado y está inclinado hacia el lado de los capitalistas.
[5] Véase, por ejemplo, el caso de los peonetas subcontratados de Coca-Cola en Chile, al año 2014. Estos reciben distintos salarios por el mismo trabajo a lo largo del país, situación que provocó una gran movilización por parte de éstos en Junio del año mencionado (Castillo et al., 2014).
[6] En verdad es a nivel mundial. Ningún país tiene las fronteras tan cerradas como para suponer lo que dice B-B.
[7] Explotación: la riqueza de unos es la pobreza de otros. Cada parte no existe sin la otra.

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