Gil Rivero, José (2012) Teorías analíticas e interpretativas sobre el
conflicto en el centro de trabajo. Revista de Pensamiento Libertario, ISSN-e
2254-1632, Nº. 2, 2012, págs. 34-48.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4147796
"El discurso neoliberal dominante
presenta el conflicto laboral como un fenómeno
decadente, un obstáculo para la creación de empleo; de este modo, se
promueve su deslegitimación y punición" (Gil Rivero, 2012: 34).
El centro de trabajo constituye
un escenario fundamental de manifestación y expresión del conflicto social en
el capitalismo (35). El conflicto laboral es estructural e inmanente en las
economías de mercado y que se incardina dentro de la lucha de clases (35).
Se analizan cinco grandes
perspectivas sobre el conflicto[1]
(son ideologías y perspectivas a la vez):
1) el enfoque unitario, que preconiza la armonía en las relaciones
industriales.
"Existencia de un consenso
de valores entre los actores, una ideología compartida y una convergencia de
intereses cuya finalidad es mantener el sistema productivo y poder participar
de las ventajas de tipo económico y social que la sociedad capitalista genera
(Dithurbide, 1999: 158-159)" (35).
"La conflictividad laboral
sería cada vez más controlada y regulada sindical y patronalmente" (35).
"La empresa es concebida como
un sistema que procesa imputs (factores de producción) para la generación de
determinados outputs (o resultados) que son necesarios para el sistema social
más amplio" (36).
"El conflicto se presenta
como innecesario y transitorio; es el resultado de la falta de información y
comunicación en el interior de la organización. La huelga, por tanto,
constituye un escenario en el que todas las partes afectadas pierden"
(36). Conflicto como patología, disfuncional y externo a la empresa.
Las relaciones humanas en la
empresa se presentan como una alternativa al sindicalismo (37)
Despolitiza el conflicto
industrial; no se trata de un problema estructural derivado del modo de
propiedad y control de los MP sino de una dificultad de carácter técnico, organizacional
o de ajuste (37).
2) el planteamiento pluralista, que admite la existencia de intereses
organizados y contrapuestos.
Surge como reacción al proceso de
centralización del poder estatal post segunda guerra mundial (37-38).
Se propone una nueva distribución
en la sociedad (funcional) según la cual la función económica debe confiarse a
las asociaciones representativas de los distintos intereses económicos, autónomamente
del poder del Estado. Hunde sus raíces en el funcionalismo de Durkheim.
Se concibe la negociación
colectiva (NC) como un método que permite la formulación de normas y reglamentos
de las sociedades modernas, democráticas y pluralistas (38).
Los intereses de los trabajadores
y empresarios son divergentes. Existe el conflicto, es inevitable, pero puede
ser canalizado institucionalmente.
3) el enfoque radical, que subraya la incapacidad de las instituciones
para encauzar el conflicto laboral.
El conflicto laboral está
asociado a la desigualdad de poder en la estructura social, tiene un carácter
permanente (39). Conflicto entre capital y trabajo es un antagonismo
estructural.
Conflicto puede ser latente o
manifiesto, con la posibilidad de adoptar distintas formas: absentismo,
disminución de la producción, etc. (40).
3 Conceptos centrales:
1) Poder e intereses (Luckes): En
todo proceso de trabajo subyace un marco de relaciones de poder que propicia la
existencia de un conflicto que se encuentra latente, resultado de contradicción
de intereses de la dirección empresarial y de los trabajadores.
2) Explotación (Hill): Conflicto no
tiene su origen en la lucha por la distribución de plusvalía, sino que es el
resultado de la relación de explotación que opera durante el proceso de trabajo
para generar dicha plusvalía (control/resistencia).
3) Negociación del esfuerzo
(Baldamus): En el contrato de trabajo no se explicitan todos los elementos que
intervienen en las relaciones de trabajo. Será a lo largo del proceso de
producción cuando surjan las eventualidades que pueden propiciar el conflicto;
existe, por consiguiente, una incertidumbre sobre la manera en que se va a
transformar la capacidad y clase de trabajo en trabajo efectivo o esfuerzo. La
indeterminación genera un proceso de control y resistencia entre capital y
trabajo que se traduce en conflictos latentes o manifiestos. La disparidad
entre el salario y el esfuerzo constituye el epicentro del conflicto laboral.
Desde este planteamiento se recuerda que el empresario compra la capacidad de
trabajo, lo que le faculta para poder organizar el esfuerzo que permitirá la
transformación del trabajo potencial en trabajo efectivo. El trabajador
expresará su resistencia a ese control sobre su esfuerzo al parecerle excesivo
(binomio control-resistencia). (40).
4) la perspectiva neomarxista, interesada en el análisis de lo que
acontece en el proceso de producción.
La perspectiva neomarxista, que
tuvo un gran auge a partir de los años setenta del pasado siglo, la engrosan
científicos sociales como Richard Hyman, Harry Braverman, Stephen A. Marglin,
Andrew Friedman, Richard Edwards o Michael Burawoy, entre otros.
"Tratan las RL y el
conflicto en el proceso de trabajo se concentran, por consiguiente, en el
espacio social de valorización del capital donde se general la plusvalía"
(41).
A) Hyman: «Esbozar un enfoque en el que las relaciones industriales
aparezcan como un elemento dentro de una totalidad que comprende el conjunto de
las relaciones sociales de producción» (Hyman, 1981: 9).
Cuatro elementos del análisis
marxista: a) totalidad, b) cambio, c) contradicción y d) práctica.
a. Las relaciones laborales son
un elemento consustancial a la lucha de clases propia del sistema capitalista.
b. Cambio permanente de los sistemas sociales.
c. Sistema capitalista tiene contradicciones. Fundamentales: RSP y FP.
d. Ser humano se construye por la comprensión y acción.
b. Cambio permanente de los sistemas sociales.
c. Sistema capitalista tiene contradicciones. Fundamentales: RSP y FP.
d. Ser humano se construye por la comprensión y acción.
Disputa permanente por el control
da lugar al conflicto laboral y al cambio. Conflicto y cambio son inseparables
de las relaciones industriales.
B) Braverman: la fase monopolista del capital, alcanzada después
del desarrollo de la industria moderna, se caracteriza por tres rasgos
principales: la competencia entre grandes corporaciones, la universalización
del mercado (tanto geográfica como de mercancías y servicios) y la expansión
del Estado.
Taylorismo como forma de
organización del trabajo: 1) la disociación del proceso de trabajo de la
pericia de los obreros; 2) la separación de la concepción del trabajo de la
ejecución de este; y 3) el monopolio del conocimiento por parte de la gerencia
para controlar cada paso del proceso de trabajo y la forma de ejecutarlo.
C) Marglin: Fragmentación del proceso de trabajo corresponde a una
estrategia empresarial de control de la producción por parte del capital.
D) Friedman: Control directo y autonomía responsable. Depende de:
complejidad de proceso productivo, aportaciones de la ciencia y resistencia de
la clase trabajadora (43). (trabajadores centrales y periféricos).
E) Edwards R.: El centro de trabajo constituye un terreno de
disputa donde se expresa la lucha de clases.
3 tipos de control: 1) simple
(personalizado y arbitrario), 2) estructural de tipo técnico y 3) estructural
de carácter burocrático (máxima integración del trabajador a la dinámica
empresarial).
F) Burawoy: Contribución (paradójica) de los trabajadores a la
finalidad del capital. Esto es producción de consentimiento.
Se le critica a esta perspectiva
que a veces supone una relación directa entre conciencia de clase y acción
colectiva. "La identidad de clase es más compleja de lo que suponen
algunas teorías marxistas tradicionales […] Puede afirmarse que la identidad y
los intereses de clase estarán configurados por el lugar que ocupa el sujeto en
el proceso de producción. Pero este punto de partida, aunque básico, no es
suficiente. La identidad social no se agota en el binomio: conciencia de
clase-alienación; existen otras formas posibles: la identidad de clase no
depende solo del lugar que ocupa el sujeto en el proceso productivo, sino de un
lugar multidimensional que construye en el trato con la gente"
(Dithurbide, 1999, 191). (44)
5) la teoría materialista del conflicto laboral de Paul K. Edwards,
cuyos postulados son fronterizos tanto con las posiciones radicales como con
las neomarxistas.
Paul Edwards, después de repasar críticamente
las diversas perspectivas, ofrece un marco teórico integrado de las relaciones
laborales en el centro de trabajo al que denomina teoría materialista del
conflicto.
Antagonismo estructurado (AE)
entre los grupos que participan en el proceso de trabajo, donde se da una
relación de explotación que genera la situación de conflicto laboral (44).
Tres niveles de análisis (MP,
Principios generales de la organización del proceso de trabajo y
comportamientos concretos).
"El análisis sociológico
debe atender los planos objetivo y subjetivo del significado social de
conflicto laboral".
Tercerización, Desinstitucionalización y atomización del conflicto
Variación observada en las
últimas décadas en la manifestación de la tensión capital-trabajo (45).
"Para poder comprender la
disminución del conflicto laboral tradicional debe atenderse a los profundos
cambios estructurales a las implicaciones de estos en las condiciones de fragmentación
y vulnerabilidad de los trabajadores " (se enumeran estos cambios) (45).
Desplazamiento de la actividad
conflictiva desde los sectores tradicionales de producción al ámbito de
servicios. El conflicto laboral desborda el ámbito de la empresa y el ámbito puramente
económico.
"se produce la ruptura de
proyectos y valores colectivos y la quiebra de la identidad, la coherencia
grupal y la solidaridad de la clase trabajadora tradicional –esto es, la
desestructuración de la clase obrera (Bilbao, 1993)–, lo que tiene sus
consecuencias en el plano de la subjetividad" (Sennet, 2000).
Esta (nueva) conflictividad se
manifiesta, en primer lugar, como resistencia al empeoramiento de las
condiciones de trabajo. El objetivo es denunciar una condición laboral que
normalmente es desconocida por la opinión pública, gracias también al enmascaramiento
que impone el control de los medios de comunicación.(...) Se vuelve así
necesario «inventar» nuevas formas de comunicación y de representación de la
disidencia y el conflicto (Fugamalli, 2010, 321-323).
Bibliografía más importante:
·
BILBAO, A.: Modelos
económicos y configuración de las relaciones industriales. Madrid,
Talasa, 1999.
·
BRAVERMAN, H.: Trabajo y
capital monopolista: La degradación del trabajo en el siglo XX. México,
Nuestro Tiempo, 1987 (octava edición).
·
BURAWOY,
M.: El consentimiento en la
producción. Los cambios del proceso productivo en el capitalismo monopolista. Madrid,
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1989.
·
DITHURBIDE, G.: «Problemas en el análisis del conflicto
laboral», en CASTILLO, C. A. (Coord.), Economía,
organización y trabajo. Un enfoque sociológico, Madrid, Pirámide, 1999, pág. 155-196.
·
EDWARDS, P. K.: El conflicto
en el trabajo. Un análisis materialista de las relaciones laborales en la
empresa, Madrid:
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1990.
·
EDWARDS, P. K. y H. SCULLION: La organización social del conflicto laboral.
Control y resistencia en la fábrica. Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1987.
·
HYMAN, R.: Relaciones
industriales. Una introducción marxista, Madrid, Blume, 1981.
·
KÖHLER, H.-D. y A. MARTÍN:Manual
de la sociología del trabajo y de las relaciones laborales, Madrid,
Delta, 2005.
·
LEBOWITZ, M.A.: Más allá de El
capital. La economía política de la clase
obrera en Marx, Madrid,
Akal, 2005.
[1] El
modo de presentación de cada perspectiva es dando a conocer sus principales
ideas, argumentos, contexto en el que surgen, representantes, autores que
hablan sobre estas perspectivas y las principales críticas que se les formulan.
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